La gobernadora Rosana Bertone, junto al presidente del Instituto Provincial de Vivienda, Luis Cárdenas, recorrieron ayer las viviendas que se construyen en la urbanización del Río Pipo, entre las que se encuentran las 10 viviendas de la Cooperativa “Casa Base” para los beneficiarios de la Cooperativa Nuestro Techo; las 64 viviendas destinadas a trabajadores de la UOCRA y las 32 viviendas para los beneficiarios del LAKAR Ushuaia que se encuentran en la etapa final.
La mandataria recorrió las obras junto a las familias que integran las Cooperativas Casa Base y Nuestro Techo, quienes a través de un convenio con el Gobierno nacional pudieron llevar adelante el proyecto. La iniciativa había estado paralizada desde el 2014, pero recientemente se gestionó su reactivación y se está trabajando en la readecuación de costos para que finalmente las familias acceder a su casa propia.
El Presidente del IPV señaló que “estamos en las últimas etapas de estas casi 100 viviendas y calculamos que para marzo o abril de este año podríamos estar realizando la entrega” y agregó que “entre estas casas hay diferentes tipologías, tenemos algunas de 2 y otras de 4 dormitorios, también algunas de las viviendas están adaptadas para personas con capacidades reducidas”.
“La Gobernadora se ha preocupado por las cuestiones técnicas y por saber cómo estamos trabajando” comentó Cárdenas y destacó que “el análisis es muy positivo y nos reconforta estar cumpliendo con el plan de trabajo. Estamos en fecha cumpliendo las certificaciones, sin retrasos y esto nos da una muy buena perspectiva con la Secretaría de vivienda de la Nación”.
Respecto de la modalidad llevada a cabo por las Cooperativas Nuestro Techo y Casa Base, Cárdenas explicó que “es la primera experiencia de este tipo que realiza el Gobierno de Tierra del Fuego y hay que destacar que motorizarla requirió un gran esfuerzo, ya que la obra data del año 2014 y estuvo paralizada durante mucho tiempo y la gestión de la gobernadora Bertone ha impulsado para que esta obra se reactive. Hoy lo vemos con conformidad y muy buena perspectiva”.
“Este es un programa socio comunitario que apunta a que, a través del compromiso y el esfuerzo compartido de las familias que están organizadas en cooperativas, puedan llevar adelante estas viviendas que hoy tienen un avance de obra del 40% en esta primera etapa de 10 viviendas” añadió el funcionario, remarcando que “genera mucha satisfacción ver a las propias familias comprometidas trabajando, acompañadas por técnicos que los acompañan día a día”.
Cabe destacar que en este proyecto socio comunitario, las mismas familias beneficiarias colaboran activamente con la cooperativa a cargo de la construcción, tanto en la realización de tareas propias de la construcción como el cuidado de la obra.